8 mar 2015

adidas #UltraBoost


Ojo a la foto, mi mujer dice que en casa hay ya tanto Boost que podríamos hacerle la competencia a la fábrica de BASF en Alemania... Las Energy Boost son las más cercanas, en medio. 

Soy un fan declarado del Boost de adidas, he probado prácticamente todos los modelos de running que incorporan este material desde la presentación de las Energy Boost, las primeras, y con las que he conseguido mis mejores marcas en 5 y 10 km, y he usado en todos los triatlones en los últimos dos años.

Para hablar de las #UltraBoost prefiero primero hacer el recorrido completo del resto de zapas con Boost que he probado, por contextualizar si realmente me parece tanta la evolución.

Sobre las Energy Boost está ya todo dicho, creo que son muy buenas para los corredores ‘del montón’ que competimos desde los 10 km hasta el maratón en ritmos entre 3h40 y 4h45. No son voladoras, ni mucho menos, pero amortiguan muy bien y por su propio diseño son muy agradables para intentar forzar el ritmo de los que somos ‘talonadores’ casi profesionales. Y como recalco de las otras Boost, a mí lo que me tiene enamorado es la sensación de reacción, o impulso, y la durabilidad, sin duda una de las cosas que más valoro, porque cuesta mucho trabajo pagar en la tienda unas zapatillas de running.


Posteriormente he sacado el máximo jugo a las adidas Supernova Glide (primera y segunda generación), que aunque no tienen tanta ‘reactividad’ como las Energy o ahora las Ultra Boost, son las zapatillas perfectas para entrenar, si eres neutro, tanto en asfalto como en el parque. De las que también me he enamorado son de las Supernova Sequence Boost, las primeras diseñadas para pronadores (para mí). A las Sequence les he ‘metido’ 100 km semanales durante cuatro meses, sólo me las quitaba para competir y algunos días de series cortas. Lo más fascinante ha sido la durabilidad. Por mi pronación y forma de correr deformo las suelas, las dejo como un ocho, a los 600-800 kms como mucho. Las Sequence, después de 5 meses de uso intensivo están como el primer día, ni siquiera he roto con las uñas el textil del upper. Sólo si miras la suela por abajo se nota el desgaste de la suela Continental. En las Sequence el ‘tacto’ del boost no es realmente apreciable como en las Energy o en las Ultra Boost, pero su amortiguación y durabilidad, que realmente es lo que le exijo a una zapatilla que vale más de 120€, es simplemente brutal.

Cuando he vuelto a calzarme las Ultra Boost he retomado las sensaciones de ligereza de las primeras Energy. Su estructura es muy diferente a las de otras zapatillas mixtas, aunque el drop es de 10mm parece mucho mayor a simple vista, con la puntera mirando al cielo, y por su diseño te hace lanzarte hacia delante, a correr más rápido de lo que lo haces normalmente. Esto del Ultra Boost es otra cosa distinta. Es curioso. Cuando andas con ella parece que llevas un colchón bajo los pies, extremadamente blandas. En cambio, cuando empiezas a correr y le exiges ritmos altos, como en las series cortas, la sensación varía y se vuelven más estables, y notas inmediatamente el ‘efecto’ Boost, o la reactividad de la que tanto se habla. Especialmente, repito, si eres uno de esos corredores talonadores. Es decir, casi todos los que no hemos comenzado a correr de pequeños y hemos desarrollado una técnica alejada de los cánones profesionales.

Apenas he corrido unos 100 kms con ellas, pero desde ya son mis zapas para correr 10km, y por lo fácil que se ponen las retomaré para triatlón, sin cambiar los cordones. Posiblemente las use también en media maratón en breve. Son perfectas para correr entre 1h20 y 1h35-40 en media, por debajo y por encima creo que es mejor decantarse por zapatillas más amortiguadas y estables, o por 'voladoras'.

Siempre he sido muy fan de las zapatillas Zoot, aunque su durabilidad era escasísima, pero estas Ultra Boost tienen un upper (o malla) muy cómodo, que se ajusta como un guante al empeine, y el detalle del talón, que se ‘afloja’ a la altura del tendón de Aquiles, es muy interesante. Para algunos aprietan, o se ajustan, demasiado, pero este tipo de upper es perfecto si lo que quieres es tener sensación ‘racing’ o para correr rápido.

Objetivamente no puedo decir si es cierto lo de que estas Ultra Boost tienen un 20% más de Boost que las Energy, francamente es difícil baremarlo como sensación corriendo, pero la evolución es más que evidente, son más cómodas y las sensaciones en cada zancada son muy diferentes a las de otras zapatillas mixtas. En cuanto a la sujeción sí que hay una evolución gracias al tejido Primeknit, el pie no se mueve dentro de la zapatilla, prácticamente no tienes que apretar los cordones para ajustar, y la sensación es la de que las zapatillas te quedan como un guante. Eso sí, ojo a los que compráis zapas por internet, igual necesitáis medio número más del que usáis habitualmente, para evitar sensación de agobio.

No sé si son las mejores zapatillas de la historia, como la propia adidas anuncia, pero sí que son muy distintas a casi todo lo que he probado. Son tremendamente polivalentes, seguramente serán tan duraderas como sus hermanas Boost, y ayudan o fuerzan a correr rápido.

No sé si son las mejores zapatillas de la historia, pero sí que son las mejores y más completas que me he puesto en mis pies. 

Y, por cierto, son preciosas.


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