Cómo correr un maratón con dos corazones
JULIO MANUEL MOLINA castellano LLEVA
25 AÑOS CORRIENDO MARATONES, PERO EN 4 MESES HA CORRIDO LOS DOS MÁS EMOTIVOS.
Cincuenta y dos maratones han forjado el espíritu de Julio
Manuel Molina en estos últimos veinticinco años, así como tres participaciones
en los 101 de Ronda. Aunque lo mejor está
por llegar… como dice el presidente de su equipo. Es un corredor
incansable, de esos que siempre sonríen en meta y aprietan los puños ante las
dificultades. El bagaje de kilómetros en sus piernas le permite encarar cada
nuevo reto con tranquilidad, con cabeza y con mucha pasión, la que pone en cada
zancada. Por eso, el pasado mes de noviembre pudo conjugar dos de sus grandes
amores: maratón y fútbol. Además, en una ciudad mágica como Nueva York, y con
una camiseta muy especial… la de uno de los futbolistas más especiales de la
historia.
El destino puso en sus manos la elástica con la que el
malogrado Antonio Puerta marcó el gol más importante de su vida y el más
recordado por los aficionados del Sevilla FC: el tanto en el minuto 100 de la
prórroga ante el Schalke 04, que supuso el pase a la primera final de la UEFA
para el equipo de Nervión. El sobrino de Julio, Nacho Requena, era amigo de
Puerta y guardaba esa camiseta como un tesoro, y no dudó en prestársela uno
días a su tío para que cumpliera un nuevo sueño: correr un maratón con esa
misma camiseta y homenajear la memoria de uno de los deportistas más queridos
en Andalucía.
“Cuando llegué a la
salida y me quité la ropa de abrigo me puse a temblar. Me emocioné mucho al
sentir que debajo de ese mismo escudo estuvo el corazón de Antonio Puerta,
quería hacerle un homenaje muy personal. Lo sentí muy cerca mía. Fue muy
bonito”, indica Julio muy orgulloso. Fue su tercera participación en el maratón
neoyorquino.
Curiosamente,
cuatro meses después pasaba a la historia del maratón de Sevilla como uno de
los doce corredores que han completado las veinticinco ediciones de la prueba,
recorriendo sus 1.054.875 metros sin bajar los brazos. “Debuté en la distancia en el primer
maratón de Sevilla en 1985 –afirma Julio–. Recuerdo con nostalgia a mis padres
que me esperaban en la puerta de su casa en Kansas City esperando a que yo
pasara. Pienso seguir corriendo maratones hasta que la salud me lo permita,
ahora me ilusiona mantenerme y no hacer peor tiempo que el año anterior. Sin la
válvula de escape del atletismo no hubiera soportado tanta presión en lo
profesional”. Y lo dice alguien que hace cinco años logró su mejor marca personal:
2:47:32, tras quince en la brecha. Su secreto es “la constancia y escuchar el
cuerpo y parar siempre que te lo pida”.
Un cuarto de siglo ha
pasado desde que este sevillano debutase en la distancia, el mismo tiempo que
hace que entró a formar parte del Banco Zaragozano, posteriormente
absorbido por Barclays. Desde hace dos décadas es director de oficina de esta
entidad y reconoce que correr le ayuda a ser mejor jefe y a soportar mejor el
estrés: “un lunes tras haber acabado los 101 de Ronda, con las piernas
doloridas y machacadas, sobre las 13:30 me dicen que tengo que ingresar un
cheque de varios miles de millones de pesetas de un cliente importantísimo en
su cuenta en el Banco de España. Había un atasco monumental, todo estaba
colapsado. Entre mi oficina y la del Banco de España hay más de 5 kilómetros, y
como en taxi no llegaba fui con chaqueta, corbata, zapatitos de vestir y el
cheque de miles de millones en el bolsillo corriendo como un loco (cerraban a
las 14:00)… Entré cuando el Guardia Civil llevaba media cancela cerrada...”.
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