11 feb 2013

Cómo correr un maratón con dos corazones: Julio Molina y Antonio Puerta

***Entrevista publicada en Runner's World en marzo de 2009. Por Dani Quintero.
Cómo correr un maratón con dos corazones


JULIO MANUEL MOLINA castellano LLEVA 25 AÑOS CORRIENDO MARATONES, PERO EN 4 MESES HA CORRIDO LOS DOS MÁS EMOTIVOS. 

Cincuenta y dos maratones han forjado el espíritu de Julio Manuel Molina en estos últimos veinticinco años, así como tres participaciones en los 101 de Ronda. Aunque lo mejor está por llegar… como dice el presidente de su equipo. Es un corredor incansable, de esos que siempre sonríen en meta y aprietan los puños ante las dificultades. El bagaje de kilómetros en sus piernas le permite encarar cada nuevo reto con tranquilidad, con cabeza y con mucha pasión, la que pone en cada zancada. Por eso, el pasado mes de noviembre pudo conjugar dos de sus grandes amores: maratón y fútbol. Además, en una ciudad mágica como Nueva York, y con una camiseta muy especial… la de uno de los futbolistas más especiales de la historia.


El destino puso en sus manos la elástica con la que el malogrado Antonio Puerta marcó el gol más importante de su vida y el más recordado por los aficionados del Sevilla FC: el tanto en el minuto 100 de la prórroga ante el Schalke 04, que supuso el pase a la primera final de la UEFA para el equipo de Nervión. El sobrino de Julio, Nacho Requena, era amigo de Puerta y guardaba esa camiseta como un tesoro, y no dudó en prestársela uno días a su tío para que cumpliera un nuevo sueño: correr un maratón con esa misma camiseta y homenajear la memoria de uno de los deportistas más queridos en Andalucía.

“Cuando llegué a la salida y me quité la ropa de abrigo me puse a temblar. Me emocioné mucho al sentir que debajo de ese mismo escudo estuvo el corazón de Antonio Puerta, quería hacerle un homenaje muy personal. Lo sentí muy cerca mía. Fue muy bonito”, indica Julio muy orgulloso. Fue su tercera participación en el maratón neoyorquino. 

Curiosamente, cuatro meses después pasaba a la historia del maratón de Sevilla como uno de los doce corredores que han completado las veinticinco ediciones de la prueba, recorriendo sus 1.054.875 metros sin bajar los brazos. “Debuté en la distancia en el primer maratón de Sevilla en 1985 –afirma Julio–. Recuerdo con nostalgia a mis padres que me esperaban en la puerta de su casa en Kansas City esperando a que yo pasara. Pienso seguir corriendo maratones hasta que la salud me lo permita, ahora me ilusiona mantenerme y no hacer peor tiempo que el año anterior. Sin la válvula de escape del atletismo no hubiera soportado tanta presión en lo profesional”. Y lo dice alguien que hace cinco años logró su mejor marca personal: 2:47:32, tras quince en la brecha. Su secreto es “la constancia y escuchar el cuerpo y parar siempre que te lo pida”.

Un cuarto de siglo ha pasado desde que este sevillano debutase en la distancia, el mismo tiempo que hace que entró a formar parte del Banco Zaragozano, posteriormente absorbido por Barclays. Desde hace dos décadas es director de oficina de esta entidad y reconoce que correr le ayuda a ser mejor jefe y a soportar mejor el estrés: “un lunes tras haber acabado los 101 de Ronda, con las piernas doloridas y machacadas, sobre las 13:30 me dicen que tengo que ingresar un cheque de varios miles de millones de pesetas de un cliente importantísimo en su cuenta en el Banco de España. Había un atasco monumental, todo estaba colapsado. Entre mi oficina y la del Banco de España hay más de 5 kilómetros, y como en taxi no llegaba fui con chaqueta, corbata, zapatitos de vestir y el cheque de miles de millones en el bolsillo corriendo como un loco (cerraban a las 14:00)… Entré cuando el Guardia Civil llevaba media cancela cerrada...”.

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