8 abr 2014

Catetos deportivos

Nota: Este texto lo escribí para eldesmarque.es en enero de 2009, lo rescato para el blog porque pienso que sigue plenamente vigente, aunque los protagonistas ya no estén en estos equipos de fútbol, o incluso los atletas que cito no vuelvan a pisar Itálica por estar retirados, inmersos en turbios asuntos relacionados con el doping o porque ya no hay dinero para contratarlos.


CATETOS DEPORTIVOS

Por Dani Quintero

Viernes, 16 de enero de 2009, rueda de prensa del XXVII Cross Internacional de Itálica. Es el acontecimiento más singular e importante a nivel atlético que se celebra en Andalucía y uno de los mejores cross del mundo en un escenario único, las ruinas romanas de Itálica. En la lista de participantes faltan muy pocos corredores de los que conforman la elite para considerarlo casi un Mundial de la especialidad, prácticamente sólo son bajas Kenenisa Bekele, lesionado, Tadesse, con la vista puesta ya en su salto al maratón, y Juan Carlos de la Ossa, el crack nacional que está recuperándose de una operación. De los ‘nuestros’ acuden a la cita ante los micrófonos y los flashes los carismáticos Chema Martínez y Pentinel en representación de un par de decenas de corredores profesionales de lo mejorcito del fondo español, junto a otros cuatro atletas africanos de primerísimo nivel. Son lo que Messi y CR7 a las zapatillas de clavos.

La rueda de prensa la cubren una mayoría de becarios y algunos periodistas veteranos. Los primeros espadas de los medios andaluces debaten posteriormente en los programas radiofónicos sobre el futuro de Chaparro en el banquillo bético y sobre el importante giro que Jiménez le ha dado a su presente en Nervión tras la Copa del Rey. En definitiva, dos partidazos trascendentales ante Valladolid y Numancia. De Itálica se habla poco, de pasada, como un acontecimiento menor. En algunos programas ni se cita.

Tenemos en nuestra ciudad a subcampeones del mundo de cross como Mosop y Komon, a los mejores júniors del mundo que corren más que todos los españoles absolutos (Jelaim, Ayele Abshiro), a uno de los mejores atletas europeos de la historia como Sergey Lebid (8 veces campeón de Europa de cross, un espectáculo de deportista), y a enormes figuras contrastadísimas como Yonas Kifle, Bernard Kipyego o Moses Kipsiro (vigente campeón de Itálica hasta ese momento y que repetió triunfo el domingo)… y todo esto sin entrar a analizar a las inscritras en categoría femenina (Kiplagat, Kibet, Marta Domínguez, Aguilar, Ros, Pla…). Incluso el hermanísimo de Bekele, Tariku, que ya fue segundo en 2007 y que es un atleta brutal, anda por la sala de la Diputación y pasa desapercibido. 

Allí se pregunta poco a los protagonistas. Sólo los fotógrafos expertos se mueven por el escenario a sus anchas, manejando a su antojo a políticos y deportistas. Los redactores no hacen entrevistas porque saben que no tendrán hueco en los periódicos o tiempo en sus programas. Sería trabajo tirado a la papelera con casi total probabilidad. Durante la semana hay que comprar toda la prensa para encontrar alguna entrevista a estos colosos, dignísimas excepciones. Y eso que este año lo ha emitido Canal Sur…

Aquí sólo importa el Sevilla y el Betis. Pero no sólo a los lectores, oyentes o espectadores como se repite habitualmente desde los medios, si no también a la prensa hispalense. La manida frase “desde los medios se sirve a sus lectores lo que ellos demandan” es un cuento chino que los periodistas deportivos hemos propagado. Los medios hace tiempo que dejaron de educar deportivamente a la audiencia. Seguramente porque tampoco estamos capacitados para mostrar algo más allá del fútbol.

Lo de que el atletismo de nivel internacional no vende aquí, lo de que el baloncesto no aporta nada, o que el rugby y el remo sólo gusta a los iniciados, como la hípica, no es sólo culpa de la inculta afición sevillana por el deporte. Es culpa en gran medida de la prensa, que prefiere emitir las declaraciones insustanciales de cualquier futbolista tras un entrenamiento, o discernir sesudamente sobre lo que ya se ha hablado en semanas previas mejor que informar sobre otros deportes. No interesa. Pero no interesa a los medios, que conste. Aunque Itálica estaba abarrotada de público.

Es de vergüenza el tratamiento informativo que una competición de talla mundial recibe en los medios locales. Cuando se celebró el veinticinco aniversario del Cross de Itálica compartieron suelo y carrera en nuestra tierra los galácticos Gebrselassie y Tergat. Ellos pasaron casi desapercibidos para los medios. Gebrselassie corrió de puntillas, como siempre, y así fue también su paso por la hemeroteca hispalense.

Sería de ilusos esperar que el Cross de Itálica le robase sitio o portadas a Jiménez y a Chaparro, pero sí que sería positivo para el deporte que al menos tuviera la justa repercusión que merece. El tema de las crónicas mejoró algo el nivel de las previas, y eso que el final fue antológico, de lo más plástico y agónico que se haya visto por estas latitudes, a 2:51 el kilómetro sobre los más de 10.000 metros de inestable y ondulado terreno y con un sprint colosal para concluir la jornada. Pero qué más da.

Otro día se podría hablar de la denigrante situación de los profesionales de la comunicación en sus trabajos. Pero este tema va más allá de la explotación laboral y de las trabas con las que los periodistas se enfrentan (nos enfrentamos) al día a día. Esto es cuestión de cultura deportiva. La que falta en los consejos de redacción de los medios locales y nacionales, incapaces de ver más allá de los dos partidos de fútbol que los nuestros jugaban ese fin de semana. Y no es sólo atletismo de elite lo que se echa de menos. El atletismo es la esencia de los Juegos Olímpicos. El cross es la esencia del atletismo. Itálica es la esencia del cross. Pero todavía no nos hemos dado cuenta en Sevilla de lo que tenemos. ¿De verdad que merece la pena organizar aquí acontecimientos deportivos no futbolísticos de esta talla?

1 comentario:

  1. No merece la pena porque no es un negocio. No merece la pena, porque no es mediático. No merece la pena, porque vivimos en un país de pandereta donde el circo romano moderno (el fútbol) u otros deportes (si se pueden llamar así), hacen chiribitas en los ojos de los catetos. ¿Y de qué nos quejamos? Si es algo que nosotros mismos, que toda la sociedad promueve y nadie hace nada por cambiarlo.

    Sólo somos un puñado de "pringados", que nos interesamos por el atletismo. Solo son un puñado de periodistas de a pie, que estudiaron para informar de todo, y tienen que informar de "lo que vende", aunque su contenido sea de una calidad dudosa para la mente humana.

    Así nos va...
    Muy interesante el contexto histórico, así como las cuidadas menciones a los deportistas que estuvieron en esa prueba, a algunos de ellos ya los había echado al olvido. Un saludo.

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