Ojo a la foto, mi mujer dice que en casa hay ya tanto Boost que podríamos hacerle la competencia a la fábrica de BASF en Alemania... Las Energy Boost son las más cercanas, en medio.
Soy un fan declarado del Boost de adidas, he probado
prácticamente todos los modelos de running que incorporan este material desde
la presentación de las Energy Boost, las primeras, y con las que he conseguido
mis mejores marcas en 5 y 10 km, y he usado en todos los triatlones en los
últimos dos años.
Para hablar de las #UltraBoost prefiero primero hacer el
recorrido completo del resto de zapas con Boost que he probado, por
contextualizar si realmente me parece tanta la evolución.
Sobre las Energy Boost está ya todo dicho, creo que son muy
buenas para los corredores ‘del montón’ que competimos desde los 10 km hasta el
maratón en ritmos entre 3h40 y 4h45. No son voladoras, ni mucho menos, pero
amortiguan muy bien y por su propio diseño son muy agradables para intentar
forzar el ritmo de los que somos ‘talonadores’ casi profesionales. Y como
recalco de las otras Boost, a mí lo que me tiene enamorado es la sensación de
reacción, o impulso, y la durabilidad, sin duda una de las cosas que más
valoro, porque cuesta mucho trabajo pagar en la tienda unas zapatillas de
running.
Posteriormente he sacado el máximo jugo a las adidas
Supernova Glide (primera y segunda generación), que aunque no tienen tanta
‘reactividad’ como las Energy o ahora las Ultra Boost, son las zapatillas
perfectas para entrenar, si eres neutro, tanto en asfalto como en el parque. De
las que también me he enamorado son de las Supernova Sequence Boost, las
primeras diseñadas para pronadores (para mí). A las Sequence les he ‘metido’
100 km semanales durante cuatro meses, sólo me las quitaba para competir y
algunos días de series cortas. Lo más fascinante ha sido la durabilidad. Por mi
pronación y forma de correr deformo las suelas, las dejo como un ocho, a los
600-800 kms como mucho. Las Sequence, después de 5 meses de uso intensivo están
como el primer día, ni siquiera he roto con las uñas el textil del upper. Sólo
si miras la suela por abajo se nota el desgaste de la suela Continental. En las
Sequence el ‘tacto’ del boost no es realmente apreciable como en las Energy o
en las Ultra Boost, pero su amortiguación y durabilidad, que realmente es lo
que le exijo a una zapatilla que vale más de 120€, es simplemente brutal.
Cuando he vuelto a calzarme las Ultra Boost he retomado las
sensaciones de ligereza de las primeras Energy. Su estructura es muy diferente
a las de otras zapatillas mixtas, aunque el drop es de 10mm parece mucho mayor
a simple vista, con la puntera mirando al cielo, y por su diseño te hace lanzarte hacia delante, a correr más
rápido de lo que lo haces normalmente. Esto del Ultra Boost es otra cosa
distinta. Es curioso. Cuando andas con ella parece que llevas un colchón bajo
los pies, extremadamente blandas. En cambio, cuando empiezas a correr y le
exiges ritmos altos, como en las series cortas, la sensación varía y se vuelven
más estables, y notas inmediatamente el ‘efecto’ Boost, o la reactividad de la
que tanto se habla. Especialmente, repito, si eres uno de esos corredores
talonadores. Es decir, casi todos los que no hemos comenzado a correr de
pequeños y hemos desarrollado una técnica alejada de los cánones profesionales.
Apenas he corrido unos 100 kms con ellas, pero desde ya son
mis zapas para correr 10km, y por lo fácil que se ponen las retomaré para
triatlón, sin cambiar los cordones. Posiblemente las use también en media
maratón en breve. Son perfectas para correr entre 1h20 y 1h35-40 en media, por
debajo y por encima creo que es mejor decantarse por zapatillas más amortiguadas y estables, o por 'voladoras'.
Siempre he sido muy fan de las zapatillas Zoot, aunque su
durabilidad era escasísima, pero estas Ultra Boost tienen un upper (o malla) muy
cómodo, que se ajusta como un guante al empeine, y el detalle del talón, que se
‘afloja’ a la altura del tendón de Aquiles, es muy interesante. Para algunos
aprietan, o se ajustan, demasiado, pero este tipo de upper es perfecto si lo
que quieres es tener sensación ‘racing’ o para correr rápido.
Objetivamente no puedo decir si es cierto lo de que estas
Ultra Boost tienen un 20% más de Boost que las Energy, francamente es difícil baremarlo
como sensación corriendo, pero la evolución es más que evidente, son más
cómodas y las sensaciones en cada zancada son muy diferentes a las de otras
zapatillas mixtas. En cuanto a la sujeción sí que hay una evolución gracias al
tejido Primeknit, el pie no se mueve dentro de la zapatilla, prácticamente no
tienes que apretar los cordones para ajustar, y la sensación es la de que las
zapatillas te quedan como un guante. Eso sí, ojo a los que compráis zapas por
internet, igual necesitáis medio número más del que usáis habitualmente, para
evitar sensación de agobio.
No sé si son las mejores zapatillas de la historia, como la
propia adidas anuncia, pero sí que son muy distintas a casi todo lo que he
probado. Son tremendamente polivalentes, seguramente serán tan duraderas como
sus hermanas Boost, y ayudan o fuerzan a correr rápido.
No sé si son las mejores zapatillas de la historia, pero sí
que son las mejores y más completas que me he puesto en mis pies.
Y, por cierto, son preciosas.
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