***Publicado en la sección "Inspírate" de Runner's World en febrero de 2008.
Jesús Carmelo Grueso lleva
millones de kilómetros derrochando vitalidad y simpatía. Es un referente para
todos, tanto para populares de cualquier edad como para los profesionales, con
los que comparte pista de entrenamientos y vestuarios día tras día, sin
excepción, en el Centro de Alto Rendimiento de La Cartuja. Antonio Reina, Luis
Alberto Marco, Pentinel... todos saludan a Carmelo con simpatía y admiración.
Es una institución que ha atravesado casi todas las fases del corredor popular
y nunca ha perdido la motivación para seguir ‘machacándose’ y para adaptarse a
cada circunstancia, a cada edad, a cada momento de forma. Carmelo es hoy un
popular más que acude a todas las carreras que puede buscando una marca
determinada o acompañando a algún amigo, pero también fue dos veces recordman
andaluz de los 100 km (7:28:12 en Santander), primer sevillano en el maratón
hispalense de 1987 y un asiduo a los primeros puestos en todas las pruebas a
las que acudía. La clave de su longevidad, de su pasión por correr, no reside
en su habilidad para asimilar los entrenos, si no en la propia esencia del deporte
tal y como él la entiende: participar, competir, disfrutar...
Este
crack de 58 años recién cumplidos sigue derrochando vitalidad y ‘buen rollo’,
tanta energía como kilómetros han surcado sus machacados pies. A pesar de la
burrada de entrenamientos que ha soportado, ahora que está alejado de la
tiranía de la competitividad sigue disfrutando de cada jornada calzándose las
zapatillas y corriendo. “En los años ochenta los maratonianos nos metíamos
muchos más kilómetros de los que los entrenadores recomiendan ahora. Apenas
estirábamos ni nos dábamos masajes. Casi todos los sábados mi entrenamiento
consistía en ir desde el Parque Alcosa a Carmona y volver –más de 40
kilómetros–, sin beber agua y a un ritmo muy alto, prefería ir solo. Y el
domingo hacía en grupo la tirada larga en el Parque de María Luisa y
alrededores. Antes hacíamos muchos más kilómetros a ritmos altos”, asegura este
infatigable sevillano que jamás ha probado “una gota de agua en las
competiciones, sólo algún yogur y algún zumo durante las pruebas de ultrafondo
y casi porque me obligaban, soy incapaz de beber y correr a la vez”...
“Después
de tantos años a mí ya me dan igual las marcas y las clasificaciones. Yo corro
porque llevo toda la vida haciendo deporte, porque es saludable y me quita muchos
dolores que tengo en las articulaciones. Si no corriera estaría echo polvo. El
deporte es salud y soy feliz corriendo”, dice Carmelo entre risas. Aunque lo
que no quiere reconocer es una de sus virtudes: un don natural que tiene para
correr con gente de su edad y a continuación ser también capaz de aguantar a
ritmos altos parte del entrenamiento de atletas más jóvenes (“me gusta
probarme, sentirme rápido”). Y siempre con una sonrisa, sin un mal gesto. Y si
hace falta, se pica.
Comenzó
siendo muy joven a jugar al fútbol en los Salesianos con dos instituciones
locales como Pablo Blanco, uno de los mejores defensas de la historia del
Sevilla FC, y José Luis Ruiz Bernal, el primer atleta sevillano olímpico en
Montreal y uno de los mejores fondistas andaluces de la historia. “Yo era muy
rápido pero tenía muchos problemas con los tobillos, lesiones que todavía sigo
arrastrando. Así que dejé el fútbol y empecé a correr. Me puse en manos de un
preparador. Los progresos y los buenos resultados llegaron a los pocos meses.
Estoy muy agradecido a mis entrenadores de aquellos años, Miguel Ángel Ruf y
Carlos Iborra, así como a tantos y tantos compañeros de entrenamientos como
Salgueiro, Brazo, Eduardo, Padilla, Crespo, Mora, Trave, Rocha...”. Londres,
Barcelona, Badajoz, Ciudad Real, Oviedo, Madrid, San Sebastián, Jerez y Sevilla
son las ciudades por las que ha completado sus 21 maratones. Logró su mejor
marca en la distancia siendo profeta en su tierra, logrando el primer puesto
local y el décimo de la general con 2:32:15 (a 3:36 el kilómetro) en la tercera
edición de la cita hispalense, en 1987, pero lo más importante es que más de
veinte años después sigue levantando los brazos tras cruzar la línea de
llegada, bajando con mucha suficiencia de las tres horas y media, y eso que
desde antes de verano ha estado capeando una molesta lesión en el soleo y en el
gemelo que no le permitían ejercitarse con normalidad.
Ha compartido entrenamientos
y competiciones con lo mejorcito del atletismo popular sevillano durante casi
tres décadas, con una mentalización y disciplina de hierro y conociendo sus
propios límites y su estado de forma en cada momento. Ha corrido diezmiles por
toda Andalucía, tanto cuando bajaba de los 33 minutos como ahora a ritmos más
cómodos, divirtiéndose de igual forma, y relacionándose con los amigos de toda
la vida y los que se van sumando cada temporada. Carmelo es un gran ejemplo
como deportista y como persona. Cualquiera que hable de él lo hace siempre
bien. Sólo nombrarlo en alguna conversación hace que el interlocutor sonría.
Carmelo transmite vitalidad en todo lo que hace.
5000
16´.10´´ 1986
10000
32´50´´ 1986
1/2
maratón 1h. 12´
05´´ (Los Palacios año 1986 )
Maratón
2h. 32´ 15´´ (10º en la popular) 1º
sevillano 1987
100k.
7h. 28´ 12´´ (4º en el cto. de
España absoluto año 1984) récord andaluz
100k.
8h. 10´ 12´´ ( 16º absoluto ) récord
andaluz
Increíble las marcas de Carmelo!! De mayor quiero ser como él! ;)
ResponderEliminary yo de joven, también, jejeje
EliminarEspectacular Carmelo...un ejemplo a seguir. Esperamos verlo 20 años más en las carreras
ResponderEliminarEspectacular Carmelo...un ejemplo a seguir. Esperamos verlo 20 años más en las carreras
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